Esta semana seguimos con el tema de los alquileres que tanto preocupan a propietarios y a inquilinos. Cualquier propietario espera encontrar el inquilino perfecto, eliminado las cuestiones subjetivas, todos coinciden en un patrón común basado en las rentas puntuales, cuidado del piso, etc…

Una buena forma de empezar es con la ubicación de anuncios en los sitios adecuados para nuestros potenciales candidatos. Este anuncio debe ser lo más completo posible, ya que elimina cualquier sorpresa o imprevisto. Las fotografías deben ser buenas y mostrar la realidad del inmueble.

Una de las partes más importantes es averiguar la solvencia del inquilino y más en estos tiempos delicados. Para ello, el arrendatario puede solicitar la nómina y el contrato de trabajo. Estas medidas no son definitorias, pero ayudan. También existe registros de morosos dónde se puede verificar si el inquilino ha tenido algún percance de este tipo.

Continuando con la investigación del inquilino, se puede pedir referencias de otros caseros anteriores, aunque es difícil de verificar, o referencias de su jefe o empresa. Suele ser habitual, que muchos propietarios buscasen empleados de banca y funcionarios debido a su estabilidad laboral.

Una buena idea es realizar el alquiler mediante organismos oficiales.  De este modo se cuenta con más garantías para ambas partes en las que todos ganan. Para ello se debe ir a la Comunidad Autónoma o Ayuntamiento correspondiente e inscribirse en los registros. El precio de alquiler suele ser menor, pero a su vez se goza de las garantías de la Administración.

Una posible cobertura adicional, consiste en pedir garantías extra que puedan cubrir posibles desperfectos o falta de abono de las mensualidades. Además de la fianza, la ley permite que se establezcan más mensualidades de fianza, aval personal o bancario.

Otra modalidad es la contratación de seguros de desperfectos o impagos. Es una alternativa poco utilizada en España pero no por ello deja de ser interesante. Con esta modalidad, se evita el aval o la entrega de una fianza mayor. Son muchas las aseguradoras que ofrecen diferentes pólizas para cubrir impagos o daños.

Estas son algunas pautas que se pueden negociar, pero tampoco debemos perder de vista nuestro instinto y negociar con el inquilino, ya que en muchos casos no estarán dispuestos a asumir cláusulas que considerarán abusivas o que rechazan por principios.