Todos nos hemos encontrado con ruidos de vecino¬s que pueden llegar a ser muy molestoso al impedir el descanso. Este suele ser un problema recurrente en las comunidades de vecinos, causando en numerosas ocasiones disputas e, incluso, serios enfrentamientos entre vecinos.

Lo primero que debemos hacer es avisar al presidente de la comunidad para que se ponga en contacto con el vecino molesto solicitándole que cese con las actividades molestas para el resto de vecinos y así evitar iniciar las acciones judiciales correspondientes.
En este punto es muy importante determinar la periodicidad de estas actividades, ya que no es lo mismo que sea un hecho puntual a que esto se rápida de forma continua o frecuente.

Si la actividad molesta continúa, entonces se deben iniciar acciones por la vía judicial mediante la interposición de la correspondiente denuncia y el posterior juicio.

Cuando el causante del ruido no es el propietario del piso, sino el inquilino del mismo, entonces el propietario tiene la obligación de requerir al inquilino que detenga su actividad molesta. Si el inquilino prosigue con su actividad molesta, el dueño del inmueble puede encontrarse con consecuencias legales ya que el juez puede dirigirse al propietario y al inquilino solicitando el cese inmediato de la actividad prohibida.

En este caso, el propietario del inmueble está indefenso ante el comportamiento del inquilino. Para poner fin a esto, el propietario puede finalizar el contrato por incumplimiento de la Ley de Propiedad Horizontal al realizar actividades molestas.

Aunque esta cláusula no estuviera incluida en el contrato con antelación, se puede acoger igualmente a la LAU, que también recoge este supuesto.

En definitiva, se debe buscar siempre una salida dialogada al problema, pero si este continúa sin solucionarse se puede acudir a los tribunales correspondientes para encontrar una solución.