Todos conocemos la obligatoriedad de los certificados energéticos, desde el pasado 1 de junio de 2013, para vender o alquilar viviendas o locales. Si embargo, pocos sabemos que la normativa relativa a la certificación energética permite realizar el certificado de edificio completo y que este repercute a muchas viviendas individuales. Además, se trata de un paso necesario para acceder al programa de ayudas para la rehabilitación energética previsto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idea).
Para conocer cuál de las dos opciones, certificado energético para cada una de las viviendas y locales de un edificio o el certificado energético global, es más ventajosa, Certificante.com ha realizado un estudio de un edificio situado en el centro de Madrid.
Las principales conclusiones de este estudio revelan que el certificado general de un edificio:
- De forma evidente, supone un menor gasto económico para la consecución del mismo a propietarios o multipropietarios de un edificio, dado que el factor repetición así como del número de visitas permite reducir los costes de forma real. Un sólo registro, por lo tanto menos trámites y tasas.
- Se trata de un certificado energético más económico que 10-15 certificados individuales.
- Permite acceder a subvenciones en Rehabilitación.
- Permite soluciones reales de cara a rehabilitaciones energéticas.
- Permite elevar la calificación global o mejorar la apariencia de algunos parámetros en inmuebles claramente desfavorecidos por su tipología: por ejemplo, un interior, que en su condición de interior, al menos tendría un factor menos en contra de otras viviendas a priori más llamativas per se. O lo que es igual, un incentivo a la compra o alquiler.
- Una herramienta global que es la base de la consultoría energética que aúna la gestión de las posibles subvenciones con el ahorro energético a largo plazo, generando así un modelo de negocio win-win para todas las partes y que es nuestro modelo de crecimiento a medio y largo plazo.
- Permite acometer soluciones reales: Un estudio global del edificio da la posibilidad de acometer medidas realmente eficaces, ya que pueden sólo estas son las que de manera más general inciden de forma clara y rotunda sobre la calificación y la reducción de emisiones y consumo. Por ejemplo la instalación de las “famosas” calderas comunitaria de biomasa, cuyas emisiones se reglamentan a 0 mejorando sustancialmente la calificación general, o la adición de aislamiento por el exterior. Ambas mejoras no se pueden aplicar individualmente a las viviendas y sí se pueden plantear cuando el análisis se realiza del total del edificio tanto económicamente como físicamente mediante consenso de los propietarios.
Eugenio Caffarena, Arquitecto Certificante.com
Andrés Toledo, Arquitecto CEO Certificante.com
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