Hoy más que nunca la responsabilidad ambiental se ha convertido en una prioridad, puesto que influye directamente en la salud del planeta y de todos nosotros. Generar debate y sensibilización es esencial, en cuanto el entorno que nos rodea determina nuestra calidad de vida y, está a la vista, la limpieza es la piedra angular de una vida saludable y responsable.
De acuerdo con las palabras de María Neira, encargada del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “se estima que aproximadamente una de cada cuatro muertes en el mundo, unos 12,6 millones anuales, está vinculada a cuestiones ambientales como la mala calidad del aire, la falta de sistemas de saneamiento adecuados y la exposición a contaminantes. Si mejoramos nuestra salud, mejoraremos nuestra calidad de vida”.
Las empresas de limpieza comprenden su importancia y están adaptando proactivamente su modelo de negocio a las nuevas regulaciones ambientales, aportando soluciones destinadas a la conservación del medio ambiente. En otras palabras, tienen un compromiso fiel y buscan alternativas que no solo les permiten ofrecer un servicio impecable a sus clientes, sino que generan conciencia para que el impacto ambiental sea mínimo. Lógicamente, esto se refleja en las nuevas técnicas de limpieza utilizadas, como veremos a continuación.
Responsabilidad ambiental. De la teoría a la práctica
Bien por desconocimiento bien por falta de interés, algunas empresas siguen utilizando quitagrasas o productos limpiadores que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente (se reconocen fácilmente porque en su etiquetado aparece el símbolo -N). Sin embargo, representan la minoría puesto que hay otras técnicas que garantizan la eliminación de gérmenes y bacterias con un rastro químico inocuo para la salud. Algunas son muy conocidas, otras menos. Veámoslo más en detalle.
Limpieza con vapor.
Quizás la más conocida, esta técnica resulta muy ventajosa por ser totalmente ecológica y por el gran ahorro de agua que implica. Frente a los agresivos productos químicos, el vapor desinfecta y desengrasa cualquier tipo de superficie, con una cantidad de agua mínima que reduce el consumo de un 80%. Asimismo, evita oxidaciones puesto que el secado es instantáneo . Genial, ¿verdad?
Limpieza con ozono.
En el instituto hemos aprendido que el ozono es una molécula compuesta de oxígeno y que por lo tanto está presente en el ambiente. No todo el mundo sabe que tiene un gran poder desinfectante y que, gracias a la tecnología, es posible transformar el oxígeno en ozono para librarnos de virus y malos olores. Los llamados ozonizadores son equipos que liberan descargas aplicando una corriente alterna de alta tensión, generando de esta forma gas ozono y un ambiente totalmente aséptico.
Agua ionizada.
Ante todo, ¿qué es el agua ionizada? En una palabra, se trata de un agua mineral tratada eléctricamente para que sus moléculas se separen y se activen. La electrólisis del agua no es nada nuevo, de hecho siempre ha sido muy popular en Asia y Rusia, donde se utiliza principalmente para tratar el envenenamiento por radiación. Además de su gran poder antioxidante, el agua ionizada es muy beneficiosa para las empresas de limpieza puesto que garantiza una desinfección del 99.99% y se puede usar mediante dispositivos portátiles, ideales para limpiezas a fondo. Concretamente, se ha vuelto imprescindible para la limpieza de baños y cocinas en cuanto ofrece un brillo inigualable si aplicada en superficies como el acero inoxidable y la vitrocerámica.
Limpieza criogénica.
Lo que parece un término futurista, no es más que un sinónimo de la más conocida limpieza por hielo seco o limpieza con chorro de CO2. Eficaz y rentable, la limpieza criogénica acelera a velocidad supersónica el hielo seco, creando pequeñas explosiones en la superficie tratada. Permite tratar cualquier tipo de maquinaria sin perder tiempo de desmontaje, de ahí que sea muy utilizada por el sector alimentario.
Como hemos visto, la responsabilidad ambiental ya es toda una prioridad para las empresas de limpieza, cuyas técnicas siguen evolucionando hacia un comportamiento ambiental responsable y consciente que nos beneficiará a todos.
