La escala de eficiencia energética en edificación abarca desde la letra A a la letra G. Pero, ¿qué significa esta escala y estas letras?
En primer lugar, es necesario entender el concepto de clasificación y en base a qué criterios están definidos los límites entre las letras que dan la clasificación energética (parámetros C1 y C2).
La escala de clasificación energética es resultado de la división entre las emisiones/consumo de energía primaria del edificio en cuestión y un edificio de similares características y que cumple, bien los requisitos relativos a el Código Técnico de la Edificación (edificios construidos a partir de la entrada en vigor del CTE 2007), o edificios existentes, en cuyo caso la referencia corresponde a unos valores medios de misiones/consumo de energía primaria relativos al parque edificatorio existente y con características similares al edificio objeto.
Como se puede comprobar es sumamente complicado trasladar unos valores así a ahorros energéticos entre letras, ya que depende del tipo de edificio, año de construcción, localización, etc.
A modo de ejemplo se pueden ofrecer datos de los límites entre clases para la calificación de la demanda y las emisiones de viviendas unifamiliares emplazadas en Madrid.
Límite de las clases | Emisiones totales de gases tóxicos (kgCO2/m2) | Consumo en energía primaria total (kWhp/m2) | Ahorros en el precio de la factura energética de la vivienda |
A-B | 10,1 | 44,6 | 90% |
B-C | 16,3 | 72,3 | 80% |
C-D | 25,3 | 112,1 | 70% |
D-E | 38,9 | 172,3 | 55% |
E-F | 66,0 | 303,7 | 20% |
F-G | 79,2 | 382,6 | ——– |
Un ejemplo de interpretación de esta tabla es que si una vivienda con esas características (unifamiliar en Madrid) tiene unas emisiones de 75 kgCO2/m2 (luego es letra F) y consigue reducir las mismas a 65 kgCO2/m2 habrá alcanzado la letra E y un ahorro en su factura energética de un 20%.
Las viviendas con sistemas eléctricos para el calentamiento del agua están muy penalizadas en el sistema de calificación energética encontrándose en las últimas posiciones (F,G), siendo el gas natural la energía primaria más usada posicionando a las viviendas en clases intermedias (C,D,E) y las energías renovables sitúan a las viviendas en las máximas calificaciones (A,B). La envolvente de la fachada y el sistema de ventanas es también muy importante pues es donde se producen las pérdidas de calor o frío.
Estas tablas son diferentes para cada localidad, e incluso si la vivienda es unifamiliar, en bloque o un edificio terciario.
Desde la Entidad Nacional de Certificadores de Edificación ENACE recomendamos técnicos expertos y acreditados para la emisión del informe de ahorro y eficiencia energética de su vivienda o edificio.
Esta entrada tiene 2 comentarios
Para no confundir a la gente hay que recordar que la “factura energética” de la que hablas en el artículo no siempre se corresponde con la factura económica. Los mismos KWh de consumo en gasoil no cuestan lo mismo que en pellets o que en gas….
En una web que tengo he elaborado una tabla comparativa de las demandas térmicas asociadas a los distintos sistemas de calefacción y combustibles y su coste económico asociado. Cuando la deje “bonita” la compartiré.
Gracias Rubén, esperamos ansiosos esa tabla comparativa.
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