La convivencia entre locales comerciales y comunidad de vecinos ha sido en muchas ocasiones motivo de conflictos entre ambas partes, la clave está en conocer qué derechos y obligaciones tienen ambas partes y, por supuesto, cumplirlas.
AfinMar, expertos en administración de fincas en Sevilla, ha analizado cuáles son las principales situaciones o aspectos que provocan malestar entre los locales comerciales y la comunidad de propietarios de las viviendas.
Los conflictos más numerosos son aquellos derivados del gasto de dinero o el ruido que el local comercial puede producir en función de la actividad que desempeñe. Lo que hay que tener claro es que en cualquier comunidad de propietarios hay estatutos donde se reflejan todos los puntos respecto a gastos, reparaciones, cuotas de participación, etc., así como obligaciones de los locales comerciales.
Los propietarios de las viviendas no tienen la obligación de saber cuáles son exactamente los derechos y obligaciones de los bajos comerciales. Sin embargo, siempre puede consultarse la Ley de Propiedad Horizontal en la que, en su artículo 9, se refiere a que “son obligaciones de cada propietario: contribuir, con arreglo a la cuota de participación fijada en el título o a lo especialmente establecido, a los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, cargas y responsabilidades que no sean susceptibles de individualización”. Según esta norma, los propietarios de los locales deberían abonar el coste necesario para renovar zonas comunes a pesar de que no las disfrute.
Principales conflictos entre locales y vecinos
El gasto es, sin duda, uno de los principales conflicto que ensombrecen la convivencia entre comunidad de propietarios y locales comerciales. Sobre todo a la hora de instalar y mantener un ascensor, los conflictos se intensifican porque es una obra costosa y el volumen de coste es alto.
El tipo de negocio también puede ser uno de los conflictos que más se repitan dentro de un edificio, puesto que locales como bares o peñas son mucho más ruidosos que otros como las tiendas. La única limitación sobre el negocio que puede o no abrirse en una comunidad la establecen los Estatutos, o cuando se trate de actividades que resulten dañosas para la finca o contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas.
Las obras son otro de los principales conflictos entre ambas partes, sobre todo, cuando la instalación de un negocio en el local comercial suponga una modificación en la fachada del local. Al ser un elemento común del edificio, cualquier modificación debe ser aprobada de forma unánime en la comunidad de vecinos.
De no haber un acuerdo, el tema puede elevarse a una denuncia judicial en el que el juez será el que decida si priorizar la finalidad económica y social del local, o los deseos de los propietarios de los vecinos. Siempre y cuando sean modificaciones que no causen molestias o daños.
En definitiva, lo mejor para una buena convivencia dentro de una comunidad de vecinos con locales comerciales es la comunicación y comprensión de ambas partes.